Una tradición milenaria, cruces de flor de pericón

*Eréndira Zavala C*

Foto: Ilustrativa.

Hace unos días me pidieron que escribiera acerca de las cruces de flor de pericón que se colocan en las casas en Malinalco, así que me di a la tarea de investigar y he quedado gratamente sorprendida acerca de esta tradición, por muchos de nosotros desconocida.

Nuestra cultura religiosa se caracteriza por ser el resultado de la mezcla de festividades católicas y precolombinas, como la fiesta de San Miguel Arcángel, que los conquistadores españoles utilizaron para reemplazar la fiesta de la tierra y la cosecha ofrendada a Tláloc. En esta fiesta, en los estados de Morelos, Estado de México y Guerrero, colocaban manojos de la flor de pericón en forma de cruz (señalando los cuatro puntos cardinales) al centro de los sembradíos.

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La flor de pericón, cuyo nombre en náhuatl es “yauhtli” que significa “niebla oscura”, es una flor silvestre de colores amarillo y naranja, de olor característico como a anís, que tiene una gran tradición en usos medicinales como té (contra enfermedades estomacales y resfriados), pero también el poder de ahuyentar al mismísimo diablo. Según la tradición católica establecida por los españoles, el 29 de septiembre, día de San Miguel Arcángel, quien encabeza el ejército de Dios, viste una armadura romana y tiene la misión de someter al diablo, el “innombrable” anda suelto. Esta fecha es el resultado del sincretismo del inicio del calendario agrícola para la fiesta de la cosecha, cuando se levanta la milpa y cambia la estación del año y la festividad del arcángel.

Desde el 28 de septiembre, la gente comienza a usar el “yauhtli”, para formar manojos en forma de una cruz que se coloca para protegerse contra los malos aires que pueden dañar cosechas, hogares y la vida de la comunidad. En la noche del 28 se colocan las cruces en puertas y ventanas y en las cuatro esquinas de los plantíos, en comercios, en los medios de transporte, en el cruce de los caminos para que el diablo no entre y no cause males.

La tradición señala que como en estos días el diablo anda suelto y San Miguel está celebrando y quizá no esté tan al pendiente para detenerlo, el diablo puede buscar meterse a alguna casa para hacer de las suyas; por eso, si se coloca una cruz hecha de pericón, satanás no pasará. Pasando estos días hay que esperar a que se seques las flores para después quemarlas y esparcirlas por la casa para que su efecto protector continúe.

México está repleto de historias y tradiciones, ojalá nos alcance la vida para conocerlas.

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