*Eréndira Zavala C*
La gastronomía mexicana es un mosaico de sabores y tradiciones que reflejan la riqueza cultural de nuestro país. Entre esos sabores se encuentra el dulce conocido como “moreliana“, un símbolo de la tradición y el sabor de Michoacán y un homenaje a la ciudad de Morelia, capital del estado.
Las morelianas, también conocidas como dulce moreliano, surgieron como una forma de aprovechar los ingredientes locales y de ofrecer un postre que pudiera disfrutarse no solo en festividades y celebraciones sino en cualquier momento.
Su preparación es un arte que combina técnicas tradicionales con elementos de la región, y aunque hay variaciones en la receta, generalmente suelen incluir: masa de maíz que se mezcla con azúcar y canela para darle el dulzor y aroma característicos. Algunas recetas tienen variantes que incluyen ingredientes adicionales como nueces, semillas, chocolate, frutas secas o especias.
La manera de elaborar las morelianas consiste en mezclar la masa de maíz con azúcar y canela, para crear una pasta que se moldeará en pequeñas porciones o figuras y luego se cocinará a fuego lento hasta que adquiera una textura firme pero suave. La cocción puede hacerse al vapor o en hornos tradicionales, dependiendo de la receta. Una vez cocido, se deja enfriar y se envuelve en hojas de maíz o papel para conservar su frescura y sabor.
Hacer morelianas generalmente involucra a toda la familia y se realizan para ocasiones especiales como fiestas, celebraciones y reuniones comunitarias; son un símbolo de hospitalidad que sirve para compartir la identidad y el orgullo de la región. Estas delicias suelen encontrarse en mercados locales y ferias, donde se venden junto a otros productos tradicionales y artesanales.
Actualmente, las morelianas son conocidas en todo México y dan cuenta de la rica herencia cultural y gastronómica que tenemos. Ya sea en un festejo, compartido con amigos y familiares, o descubierto por quienes buscan una experiencia auténtica y única de la cocina mexicana, los dulces tradicionales son un vivo testimonio de la habilidad y la pasión que definen la rica herencia culinaria de mi querido país.