Palanqueta, alegre delicia envuelta de tradición

*Gaby L.C*

Foto: Especial.

Los dulces tradicionales son una delicia que ha trascendido el paso de los años; el hábito de consumirlos se debe a que sus deliciosos sabores conquistan los paladares y son una buena compañía al término de la comida, como las palanquetas hechas de cacahuate y cubiertas con jarabe de piloncillo.

El arte de la “dulcería” es una antigua tradición mexicana con raíces prehispánicas a las cuales se le suman las coloniales, y en muchos estados de la República existieron importantes conventos donde se elaboraban distintos dulces, entre ellos las palanquetas, que hoy son ícono de la gastronomía mexicana.

La palanqueta es una barra de cacahuate pelado y sin cáscara mezclado con jarabe de piloncillo, su textura es crujiente, su nombre deriva de la voz ‘papaquili’ que significa feliz o alegre. La palanqueta fue originalmente un dulce hecho de maíz tostado y molido, mezclado con miel de abejas con la conquista, la miel se remplazó por azúcar y el maíz por semillas u otros frutos como el cacahuate.

Son además, excelentes botanas nutritivas y emblemáticas de la cultura mexicana, al ser un alimento alto en proteínas, fibra y grasa vegetal, favorecen la disminución del colesterol malo, asimismo, contienen vitamina E también minerales como hierro y cobre que oxigenan la sangre.

Algunos municipios del Estado de México como Malinalco, Toluca, Tonatico, Texcaltitlán y Papalotla aún conservan sus recetas para la preparación de este delicioso postre, que se sigue haciendo de manera artesanal.

El proceso inicia desde el lugar donde se obtiene la materia prima que es el cacahuate, donde se cultiva, se cosecha, luego se tuesta en hornos de piedra para posteriormente ser escogido por algunas personas, una selección muy rigurosa para que el producto final sea todo un manjar.

Después de limpiar los granos, que posteriormente tendrán cabida en la cocina, dentro de un caso con miel de piloncillo muy caliente, el cacahuate se incorpora, teniendo como resultado una mezcla uniforme.

En una mesa colocan la mezcla en algunas planchas que tienen divisiones entre sí, con pequeños golpecitos los cacahuates se acomodan hasta quedar prensados, dejando reposar por un día para dejar lista la barra, finalmente se empaca y está lista para ser vendida en el mercado.

La palanqueta, ese dulce tradicional que a menudo encontramos en mercados y puestos ambulantes de México, tiene una historia rica y un origen que se remonta a tiempos antiguos. Con su historia y valor nutricional, es un ejemplo de cómo un simple dulce puede tener un legado profundo y delicioso en la cultura mexicana.

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