*Eréndira Zavala C*
Potosinas, norteñas, michoacanas, mineras, placeras, de nata, del suelo, enfrijoladas, verdes, rojas, de mole o suizas, entre muchas otras más; las enchiladas es uno de los antojitos mexicanos más sabrosos, tradicionales, sencillos de preparar y con una larga historia.
Una historia que se remonta desde antes del descubrimiento de América, a la época precolombina, específicamente con la cultura mexica. En el Códice Florentino se menciona la palabra “chillapitzalli”, vocablo náhuatl, que hace referencia a chilli, chile y tlapitzalli, flauta; es decir, flauta enchilada, tortillas enrolladas bañadas con chile. Incluso Fray Bernardino de Sahagún menciona al “chillapitzalli” como un platillo consumido por los aztecas y también hace referencia al “chillailacatzolli”, traducido como chile envuelto con tortilla o tortilla bañada en chile.
Con la llegada de los conquistadores españoles y la fusión de las culturas, el plato evolucionó convirtiéndose en las enchiladas que ahora forman parte de la gastronomía mexicana reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Un antojito completo en nutrientes, rico y fácil de realizar, incluido además en el dicho “si no son enchiladas”, refiriéndose a que las cosas son más difíciles de lo que parecen. Y es tal su sencillez que se comen en todo México, aunque cada región tiene sus características, pueden ser muy picantes o no, sin relleno o con pollo, queso o carne y se les agrega lechuga, crema o queso, según el gusto.
Entre estos tipos de enchiladas se encuentran las: Verdes, más comunes, hechas con tomate, chile verde y cilantro; Potosinas, una masa mezclada con puré de chile colorado; De nata, con chile ancho y nata de leche; Rojas, elaboradas con jitomate y chile ancho o guajillo; Mineras, preparadas con una salsa de chile guajillo, fritas en manteca, rellenas con queso ranchero y cebolla, acompañadas de queso, lechuga, chile en escabeche, zanahoria y papa en trozos; Del suelo, de chile guajillo, rellenas de chorizo, locales de Culiacán y en peligro de desaparición; y Suizas, de las que se cree que surgieron en un restaurante de la CDMX, cuando a un visitante suizo que no aguantaba el picante, le agregaron crema y queso gratinado a sus enchiladas para bajar el picor.
Gracias a los mexicanos establecidos en diferentes partes del mundo, las enchiladas son conocidas por los extranjeros. Un platillo que no tiene una época especial para comerlo, por lo que todo el año es ideal para probarlo y comprobar su delicioso sabor.