Con motivo del Día Mundial de la Cultura Africana y de los Afrodescendientes, que se celebra el 24 de enero, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU), compartirá materiales digitales dedicados a la riqueza musical, festiva, gastronómica e histórica del pueblo afro en México, a través de las cuentas @CulturasPopularesOficial en Facebook y @dgcpopulares en Twitter.
A las 11:00 horas del próximo lunes se retomarán las reflexiones de la doctora Sagrario Cruz Carretero sobre la presencia afromexicana, la deuda histórica que se mantiene con ella, el racismo y la discriminación; con la publicación en las redes sociales de la DGCPIU de la segunda sesión del “Seminario de Actualización 2018. Patrimonio Cultural Inmaterial y Diversidad Cultural”; en el que Cruz Carretero reconoce y da ejemplos del peso histórico, cultural y social de la comunidad afro en México.
A las 13:00 horas se difundirá el documental Rescate del Carnaval de Santiago Guadalupe en Oaxaca, realizado por la Unidad Regional de Huajuapan, Oaxaca. Luego, a las 18:00 horas, las y los usuarios de redes sociales descubrirán el origen y los principales elementos que conforman el son de artesa a través de Fandango o son de artesa, comunidades de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, producido en 2013 por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Dirección General de Culturas Populares. A las 20:00 horas, de la serie “Protagonistas de lo sagrado”, se presentará el video Danza de los Negros y los Negritos Reales, elaborado por la Unidad Regional de Papantla, Veracruz.
Asimismo, se mostrarán algunas fotografías del archivo del Centro de Investigación y Documentación (CID) “Alberto Beltrán” de la DGCPIU, capturadas por el fotógrafo Miguel Rivera, sobre la fiesta popular en el municipio de Cuajinicuilapa, Guerrero, comunidad pionera en el reconocimiento y el resguardo de las expresiones culturales afro.
Con estas acciones, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y la DGCPIU invitan a las y los usuarios de redes sociales a profundizar en el reconocimiento de las poblaciones afromexicanas, su cultura y su presencia desde tiempos de la Colonia española.
Tal como lo explica Cruz Carretero en la ponencia que el público podrá disfrutar en línea, esta cultura ha estado presente desde la época de la conquista española, con la llegada de esclavos bajo las órdenes de Hernán Cortés. Uno de ellos fue Juan Garrido, de quien poco se habla, a pesar de haber sido el primer hombre afro en sembrar trigo en América continental.
La antropóloga, profesora en la Universidad Veracruzana, ha expresado que una de las razones por las que no se reconoce la presencia africana en la historia de México es debido al racismo latente en la institución familiar, social y del Estado; además de la reproducción de estereotipos.
Sin embargo, la cultura africana y afromexicana persiste no solo dentro de las comunidades de los estados de Guerrero, Oaxaca, Coahuila, Veracruz, Guanajuato, Estado de México, Jalisco, Nuevo León, Baja California Sur y Morelos; sino que está presente en todo el país.
A decir de la especialista, en siglos pasados, a esta comunidad se le asoció con el diablo. Esto es visible, por ejemplo, en la Danza de los diablos, que se baila en Oaxaca y Guerrero, donde quienes participan utilizan máscaras y atavíos con pelos, cuernos y pieles rugosas. Esto se contraponía al simbolismo de lo puro y angelical, representado con el uso de plumas, el color blanco y la piel clara de los santos.
De acuerdo con la especialista, en México persiste una herencia africana, cuyo origen se remonta a las migraciones provenientes de Portugal, Filipinas e India. Su influencia ha sido determinante en la estructura musical del son jarocho y el son de artesa, así como en el uso de elementos como la tarima o los tambores.
En lo referente a la gastronomía, técnicas como freír en aceite profundo, la adaptación de recetas empleando arroz, frijoles, camote o yuca, o la preparación de platillos como la moronga o el mondongo son muestra del legado del pueblo afro.
La especialista aseguró que iniciativas como el Programa Nuestra Tercera Raíz y el Programa de Acciones Culturales Multilingües y Comunitarias (PACMyC), impulsados desde la DGCPIU -entre otros proyectos institucionales- han permitido que las y los portadores afrodescendientes revitalicen y detonen su riqueza cultural, al recuperar tradiciones, prácticas, historia oral, danzas, gastronomía y música.
Sagrario Cruz Carretero reconoció que falta un largo camino por transitar para que se dé un proceso de reconocimiento y autoreconocimiento de las personas como parte de una identidad cultural afromexicana. Por ello la importancia de visibilizar el orgullo de ser afrodescendiente.
Se estima que en México viven poco más de 2 millones 576 mil personas que se reconocen como afromexicanas. De esta comunidad, que representa el 2% de la población total del país, la mitad considera que sus derechos se respetan poco o nada, según la Encuesta Nacional de Discriminación, publicada en 2017.